MOTIVACION

¿Eres de las personas que, aun teniendo la fuerza de voluntad de hierro, se encuentra con esos días raros donde la motivación para ponerte los tenis y salir a correr parece haber salido de paseo? La mayoría de los corredores pasamos por momentos donde nos es difícil encontrar la motivación para salir a correr. Quizá el cuerpo te duele, quizá estés cansado. Quizá es porque la carrera que tenias planeada ya paso o porque no has perdido los kilos que deseabas. Lo cierto es que aun quienes corremos de manera profesional tienen “esos” días donde dar el primer paso es más difícil que de costumbre.

Por Tere Zacher

Un estudio realizado en la Universidad de California en Los Ángeles sobre los tipos de motivación en corredores encontró que estos dos tipos de motivación (intrínseca y extrínseca) eran aditivos, y podrían ser combinados para producir un nivel máximo de motivación.

La motivación extrínseca proviene del exterior. Es el tipo de motivación que nos lleva a hacer algo que no queremos mucho… porque sabemos que al final habrá una recompensa. Dentro de este contexto se encuentra el levantarte temprano para ir a correr cuando estas cansado, el terminar el entrenamiento aun cuando te duele el cuerpo o te falta el aliento, etc.
La motivación extrínseca puede ser útil para iniciar una actividad, pero esta puede ser después mantenida mediante los motivadores intrínsecos de ésta.

La motivación intrínseca es la que proviene del interior y es la que ayuda a los atletas a comenzar la acción y a fijar metas. Hay dos tipos de motivación intrínseca: uno basado en el disfrute y el otro en la obligación. En este contexto, la obligación se refiere a la motivación basada en lo que un individuo piensa que debería ser hecho. Por ejemplo correr una determinada distancia en un determinado tiempo basado en los entrenamientos que se han realizado. Evidentemente, se refiere aquí a la obligación de auto exigencia, ya que la obligación por parte de terceros (la familia, amigos, entrenador) sería un motivante extrínseco.

Cabe destacar que ambos tipo de motivación son incluyentes y necesarios. En un estudio realizado por la Universidad de California en Los Ángeles se encontró que la motivación intrínseca es la que ayuda a los atletas a comenzar la acción y a fijar metas, mientras que la motivación extrínseca, aunque vista al principio como superficial o vacía, puede ser una fuerza muy poderosa para llegar a la meta. La mayoría de las cosas difíciles se vuelven más tolerables cuando tenemos algo que obtener al final.

A continuación te presentamos nueve pasos que te ayudarán a encontrar la motivación que necesitas si es que en este momento no la encuentras:

1 Fija metas tangibles y positivas

Si no sabes a dónde vas, jamás llegaras ahí. Es importante saber qué es lo que quieres lograr. Cuando los entrenamientos están difíciles, cuando quieres dejar de intentarlo, cuando te duele, cuando renunciar parece más fácil que seguir intentándolo, acordarte de tu meta te mantendrá a pie de cañón, empujando para conseguir más. Yo generalmente escribo mis metas en mi botella de agua, así la tengo presente en todo momento, especialmente cuando empiezo a olvidarme del por qué estoy haciendo lo que estoy haciendo.

Recuerda fijar metas positivas (por ejemplo “quiero correr relajado” en vez de “no quiero estar tenso”) y de fijar metas que puedas medir. También es importante fijar metas para el proceso y el rendimiento junto con metas de resultados. Las metas de rendimiento y de proceso están totalmente dentro de tu control, dependen por completo de ti, mientras que las metas de resultado están, por lo general, fuera de nuestro control.

2 Aprende a relajarte

Alguna vez has pretendido tocar el piano en el aire? Si tu mano está relajada es muy fácil hacerlo, pero si tensas tu mano los movimientos se vuelven difíciles y duelen. Es lo mismo con cualquier deporte. Si tu cuerpo está tenso tu rendimiento sufrirá. Aprender a relajar tus músculos será la mejor inversión que puedas hacer y es tan simple como solo recordar respirar profundo, tener un mantra o una frase que recordar (“relax”), o una canción que repetir una y otra vez. Tener un mantra (“si puedo”, “fuerte y fácil”, “poderoso y relajado”) ayuda a estar enfocado y a mantener tu mente llena de pensamientos positivos.

3 Vigila tus pensamientos y mantén un banco de imágenes positivas

Yo SIEMPRE presto atención a lo que estoy pensando. Idealmente, durante una competencia, uno debe tener su mente en blanco y solo “estar en la zona”, ejecutando. Puesto que esto no siempre es posible, especialmente cuando estamos entrenando o practicando, vigilar tus pensamientos todo el tiempo te ayudará a mantener tu mente en el lugar correcto. Cuando te des cuenta de que estas teniendo pensamientos negativos (“estoy cansado”, “esto es muy difícil”, “todavía falta mucho para el final”…), dejalos pasar y manten un dialogo contigo mismo acerca de algo que está bajo tu control y que sabes que puedes hacer en vez de algo que percibes como difícil. Si siempre tienes pensamientos negativos, ése es el tipo de corredor en que te convertirás. Tus pensamientos se convierten en tus palabras y tus palabras se convierten en tus acciones… además, A quien le gusta estar alrededor de gente negativa?

4 Practica la visualización

Entrenando, al viajar, durmiendo o en el trabajo, visualizar es el simple acto de cerrar tus ojos e imaginar lo que quieres que pase (claro que no lo recomiendo en una junta de trabajo o cuando corres en la calle J ). Relaja tu mente y visualiza cada uno de los pasos o etapas de tus carreras o entrenamientos, imaginando en tu mente tu ejecución de manera perfecta, pero también sobreponiéndote a situaciones o “problemas” que pudieran atravesarse.

Antes de que Usaine Bolt o Paula Radcliff se hayan puesto los tenis, ya completaron la carrera en su mente muchas veces. Y la ganaron.

Puedes tomar estas imágenes (la meta, el final), los sentimientos que experimentas (la energía, la fuerza), o los sonidos que escuchas (el “rugido” del público). De esa manera cuando corras tendrás paz mental y la confianza de saber que ya has conquistado los retos que se te puedan presentar.

5 “Rompe” tu carrera en segmentos más pequeños y fáciles de manejar

Cuando pienso en el maratón prefiero tomarlo como cuatro carreras de diez kilómetros con un poquito más al final. Si tu carrera o entrenamiento es de distancia, puedes pensar en llegar únicamente a la siguiente lámpara, pared, o cualquier punto que veas y, una vez que llegues, fijarte en uno nuevo. Mantente en el momento presente y trata de respirar profundo y de manera rítmica. Si calmas tu respiración, estarás ayudando a calmar tu mente.

6 Recuerda que entrenar es aprender a lidiar con el dolor

Empuja tus límites físicos y sobreponte a ellos en los entrenamientos, así cuando compitas sabrás que ya has conquistado con éxito el dolor y malestar. Tendrás confianza y paz mental como resultado de este conocimiento.

7 Consigue gente que te apoye

Algunas personas necesitan el apoyo de sus familiares y amigos mientras que otras lo perciben como más presión con la que lidiar. Usa lo que sea mejor para ti y, si es necesario, invita a tus amigos, familia o mascotas a que vengan a echarte porras. Pídeles que te hagan letreros, que usen playeras alusivas a lo que haces y que te griten hasta que se cansen.

8 Piensa en gente que te inspire o sea un modelo a seguir para ti

A mí me gusta acordarme de gente que se ha sobrepuesto a la adversidad. Gente que ha demostrado que todo es posible si te lo propones. Quizá puedas considerar dedicar cada kilómetro a alguna persona especial en tu vida. Eso hará que los malestares sean más fáciles de sobreponer y te dará una buena ayuda física y mental.

9 Considera competir por una causa más grande que tú mismo

Para mi, una buena causa para competir es el establecer una plataforma en la que pueda enviar mensajes positivos y ser considerada como persona para una causa caritativa. Ayudar a otra gente a lograr lo que se propongan y a creer en sí mismos. Los campeones van y vienen, pero para mí el verdadero juez de mi éxito personal será el ver si hago algo positivo con las oportunidades que la vida me ha dado.

Espero que estos puntos te ayuden tanto como me han ayudado a mí. Y recuerda disfrutar cada momento. La vida es muy corta y debemos hacer lo más que podamos de cada momento que tenemos. Solo contamos con el aquí y el ahora, así que ve, recuerda por que empezaste a correr en el primer momento que lo hiciste, encuentra tu motivación, expande tus limites, toma tus metas de la mano y comienza a vivir tus sueños y a convertirlos en realidad.

Los invito a que me sigan en Facebook (Pagina Tere Zacher/Atleta), en Instagram (@terederbezzacher y @tere_zacher_motivacion) y en mi blog www.insightfulrunner.blog para motivación y tips de entrenamiento durante el dia.

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